Apuntes desde la Esquina, 2 de mayo de 2024

Hoy será el último día permitido para efectuar actividades públicas proselitistas y mañana empezará oficialmente la veda electoral, hasta la elección del domingo próximo.

Aunque se mantiene la incógnita con respecto a la decisión de la Corte Suprema de Justicia sobre la candidatura de J. R. Mulino, con cada hora aumenta la posibilidad de que no será inhabilitado, en mi opinión una decisión equivocada por las razones que expuse en varios artículos en mi blog, "Apuntes desde la Esquina". Sigo creyendo que J. R. Mulino no ganará la elección si se le permite participar en ella. 

Lo que se empieza a ver en las redes y en algunos comentarios de periódicos en Internet es la falsa narrativa de que si Ricardo Lombana pierde va a ser por culpa de “Vamos” y mía, por no haber pedido nosotros el voto a su favor. Por otro lado, es muy probable que un sector de los partidarios de Martín Torrijos me culparán si es derrotado, por no haberlo apoyado públicamente.

Sobre estas equivocaciones presento mi comentario de hoy.

Empiezo por agradecer a Juan Diego Vasquez, a Gabriel Silva y a la coalición “Vamos por Panamá” la oportunidad que me brindaron para participar de su exitosa jornada política. A mis casi 76 años continúa siendo especial el servir a mi patria y a mi Pueblo, más aún en momentos de tanto peligro para la democracia y para el futuro nacional.

No voy a incorporar a Juan Diego, a Gabriel Silva ni a “Vamos” en argumentos personales. No ejerzo control sobre ellos, menos sobre “Vamos” y, como indiqué públicamente en varias ocasiones, acepté ayudarlos porque creo que esos dos diputados independientes han sido lo mejor que ha tenido nuestra podrida Asamblea Nacional compuesta en su mayoría por el PRD, CD y RM, y porque la iniciativa de Juan Diego y de Gabriel, la de apoyar y educar a candidatos independientes me parece excelente y digna de ser alentada en todas las formas posibles.

“Vamos” es una coalición que, con la guía de Juan Diego y Gabriel, decide su propia dirección y el que decir o no.

Aunque sea falsa la aseveración de que yo los esté influyendo u orientando sobre si apoyar o no apoyar a determinado candidato presidencial, eso aparentemente no inhibe a los partidarios de Ricardo Lombana y a los de Martín Torrijos de aseverarlo para pretender forzarme a manifestarme a favor del uno o del otro con el argumento de que si no lo hago, entonces ganará Mulino. 

A tres días de la elección les digo lo siguiente: 

Si Ricardo Lombana pierde la presidencia no será por la ausencia de mi endoso. Será su responsabilidad, por no haber tenido la capacidad de comunicar de una manera efectiva sus programas e intención administrativa. No poseo la influencia como para crear o deshacer presidentes en Panamá y ni siquiera pude llegar a serlo, cuando fui nominado por el MPE en 1994.

Si Martin Torrijos pierde la elección no será por la ausencia de mi apoyo. Será su responsabilidad, por haber fallado en convencer a una mayoría nacional de que sus planes e intenciones serían las mejores opciones para el país.

Si J. R. Mulino es habilitado y terminase ganando la elección, cosa que aún me resisto a creer ocurrirá, la responsabilidad de tal desastre será de la ciudadanía que prefirió votar por la probada corrupción y no por sus alternativas, no importa cuán deficientes estas puedan ser consideradas. Si me opuse y me opongo tanto a Martinelli como a Mulino, mal puede entonces decirse que favorezco a su éxito.

En 1994, cuando "los civilistas" se dividieron, por sus ansias de poder y egos que los llevaron a cada  cual por su lado, el resultado fue el triunfo del PRD. La excusa que dieron para explicar su monumental fracaso fue la de culpar al Movimiento Papa Egoró y a mi persona, acusándonos de haber dividido el voto y de ser un "instrumento del PRD" creado con tal propósito, algo totalmente falso.

Si Carles, Moscoso y Vallarino hubiesen ido juntos le ganan a Balladares. Sumen los votos registrados en 1994 y hagan las comparaciones.
Los hechos son y siempre serán más fuertes que la mentira, aunque la fascinación por hablar mierda constituya una desafortunada y muy popular característica en nuestro medio.

Hace más de un año lo advertí: "no apoyaré a ningún candidato presidencial que no incorpore la necesidad del desmantelamiento del esquema administrativo que hoy sustenta al clientelismo, y no explique como lo haría".
Ninguno lo hizo. ¿Por qué les sorprende mi coherencia?

A los estúpidos que falsamente afirman que soy miembro oculto y simpatizante del PRD les pregunto: entonces ¿por qué no estoy apoyando al candidato Carrizo y al gobierno actual en su deseo de reelección?
A los imbéciles que falsamente afirman que "trabajo para Martín Torrijos" pregunto: ¿por qué entonces no estoy apoyando públicamente al candidato Torrijos?
¿Qué tipo de estúpido plan es ese, no apoyar para que ganen? 

Aunque toda persona inteligente y bien intencionada intuye la respuesta, expongo el asunto públicamente para tener algo con que responder post elección, cuando empiecen los candidatos que no ganaron a tratar de justificar el por qué perdieron. Repito: si pierde Lombana, si pierde Torrijos no será mi responsabilidad: sería el resultado de su imposibilidad personal al no producir respaldo, credibilidad y confianza en su oferta electoral, algo que mi simple endoso no puede sustituir y menos producir.

¿Quizás Lombana y Torrijos debieron considerar el unirse, en vez de dividir el voto, de los indecisos, de los cabreados y de los primeros votantes?.¿ Acaso, como en 1994, fueron los egos los que lo impidieron?

Es vergonzoso el enfrentar la posibilidad electoral que sugiere que un corrupto, prófugo y condenado, Ricardo Martinelli y su testaferro, J. R. Mulino, tienen la aparente capacidad de inspirar más entusiasmo a nivel nacional que Ricardo Lombana, Martín Torrijos, Rómulo Roux y todos los otros candidatos juntos. 

De ser cierto, el hecho demuestra el dramático nivel de la descomposición cívica de nuestra población, algo que precisamente tratamos de enfrentar y corregir apoyando a los componentes de coaliciones independientes como “Vamos”, formado en su mayoría por jóvenes que representan a la esperanza nacional y que ofrecen una alternativa de rescate a la dignidad y posibilidad nacionales.

Espero que el próximo domingo 5 de mayo, nuestra ciudadanía despierte, sobre todo que la juventud y los primeros votantes se aparezcan en las urnas.

TODOS VOTEN EN PLANCHA POR LA PAPELETA AZUL Y AMARILLA DE "VAMOS".

Rubén Blades
Panamá
2 de Mayo, 2024


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