Aclaración (sobre el Día Internacional de la Mujer)
Hace algunas horas publiqué en mis redes sociales una corta nota, como un reconocimiento especial en la celebración del Día Internacional de la Mujer. En ella hago recomendaciones que me parecen un acto de justicia al valor de la mujer en la sociedad humana. Como ya es usual, me veo obligado a hacer algunas aclaraciones a dicho escrito, para que las interpretaciones equivocadas no desvíen el sentido de mi argumento central.
1. No estoy sugiriendo que se nombre a mujeres en cargos públicos, por el solo hecho de ser mujer. Lo que estoy solicitando es que se les de la OPORTUNIDAD, que todavía no se les da plenamente, por razones que van desde el machismo hasta la estupidez, pasando por la ignorancia, el complejo y la inseguridad. Incluso algunas personas que opinan que a la mujer se le debe nombrar por su capacidad, no están dispuestos a aceptar que se les pague el mismo salario por el mismo trabajo que hacen los hombres. ¿Por qué no hacerlo, si se le ha nombrado por su capacidad para hacer el trabajo? Esta contradicción solo se explica si empezamos a aceptar que bajo la superficie aún subyace un convencionalismo atávico: se ve a la mujer como un ser inferior al hombre. No sigamos aceptando semejante equivocación, ni pretendiendo que no existe.
2. Algunos medios publicaron mi escrito, pero agregan ciertos comentarios que pueden producir una interpretación sesgada. Por ejemplo, comentan mi nota bajo el título de que "pido más ministras" agregando que aspiro a correr para presidente, algo que aún ni siquiera está decidido.
Mi declaración en favor de la mujer no es hecha desde un interés de participación en la política de mi país. Cualquier medio que lo sugiera luce mal intencionado. Mi declaración ha sido hecha desde un propósito sano, justo y necesario, enfocado a lograr conciencia de la necesidad de la equidad para la mujer, en todos los ámbitos. A mis lectores les aclaro que no tengo el menor interés por la politiquería, esa actividad publica que resulta, desafortunadamente, tan normal en nuestros países. Quien intente desviar la intención hacia ese camino, solo está evidenciando su incapacidad de escapar al sistema político que les aprisiona y que les hace parte del círculo vicioso que paraliza nuestro desarrollo.
Afortunadamente, el número de mis seguidores en las redes sociales resulta superior al número de personas que puedan verse influidas por lo que expresen esos medios. El alcance de nuestros artículos y escritos es mayor que el de la circulación de sus periódicos y además tiene una proyección internacional. Continuaremos expresando nuestras opiniones de forma responsable y utilizando nuestra capacidad de respuesta para aclarar interpretaciones erradas, o mal intencionadas, sobre nuestros artículos y comentarios.
A los lectores que coinciden con lo expresado en mis escritos, les agradezco que recomienden la lectura de éstos a la mayor cantidad de amigos y conocidos posibles. De esta forma, reduciremos la confusión que sin duda intentarán crear los enemigos de la verdad y los de las transformaciones que la humanidad está exigiendo. Demostremos a los políticos de siempre y a sus aliados que ya no poseen el poder de confundir a la opinión popular, no importa cuantos periódicos, radios, o televisoras controlen. Ya se acabaron los tiempos en que podían hacer daño impunemente. La internet y la voluntad de los pueblos les arrebató ese poder y control absoluto que una vez ejercieron, con mala fe y saña.
Gracias por su atención y apoyo.
Rubén Blades
Baja California, México,
9 de marzo 2016