Apuntes desde La Esquina, 28 de septiembre, 2023.

Hola amigos y amigas de la esquina. Espero estén bien de salud y los que sufran algún tipo de problema se encuentren en vías de una pronta y total recuperación.
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RICARDO MARTINELLI NOMBRA A SU ESPOSA COMO SU CANDIDATA A VICEPRESIDENTA PARA EL 2024:

Para sorpresa de nadie, el declarado corrupto ex presidente Ricardo Martinelli designó a su esposa Marta como su candidata vicepresidencial del partido "Realizando Metas" para la elección de mayo del 2024.

Esa decisión indica que Martinelli considera posible que será inhabilitado políticamente, aunque presentar a su esposa como  candidata no le haya funcionado antes; no olvidemos que la nómina de "Mimito" Arias, en donde postularon a la señora como vicepresidenta del partido "Cambio Democrático", fue derrotada por Juan Carlos Varela en la elección del 2019.  Sin Martinelli de primero en la nómina de "Realizando Metas" no veo a su esposa ganando, ni con trampa.  

Pregunto: ¿en el supuesto en que el candidato principal Martinelli se vea inhabilitado, existe precedente para una elección donde la figura vicepresidencial asciende a la primera posición y por hacerlo deja a la nómina sin candidato vicepresidencial? ¿Será eso legal electoralmente? ¿Y si un candidato a presidente ganase la elección sin un vicepresidente; que pasa si luego se ve imposibilitado(a) a servir en el Ejecutivo? ¿Quién asumiría la presidencia del país? ¿Benicio Robinson? 

No presumo de sabio, ni de profeta pero creo que Ricardo Martinelli será condenado por su corrupción, inhabilitado políticamente y que tendrá por cárcel al país al que despojó en su afán por ser el hombre más rico de Panamá. 

No pondrá pie fuera del territorio nacional mientras le quede vida, por miedo a que los gringos lo arresten y se lo lleven preso. Y si bien existe la remota posibilidad de un autoexilio en Italia, (es también ciudadano italiano), lo dudo.

Aunque Panamá e Italia no han acordado un tratado de extradición, Italia y los Estados Unidos si lo tienen y eso lo haría vulnerable al arresto. Solo en Panamá seguirá disfrutando de privilegios negociados y de consideraciones personales, ventajas inexistentes en cualquier otro lugar del mundo para mediocridades como la suya. 

Por eso necesita al PRD, el único partido al cual puede apelar en Panamá para obtener el tipo de protección que su carencia de escrúpulos reclama. 

DEMETRIO "JIMMY" PAPADIMITRIU Y SU ADMISION PUBLICA: "POR MUCHOS AÑOS ME DEDIQUE HACER (sic) CAMPAÑAS SUCIAS Y A DESTRUIR LA VIDA DE MUCHAS FAMILIAS ALREDEDOR DEL MUNDO"

La noticia más sensacional de la semana fue el inesperado anuncio del Sr. Demetrio Papadimitriu, otrora jefe de campaña de Ricardo Martinelli para la elección del 2009-2014 y por tres años (2009-2012) su Ministro de la Presidencia (uno de los 36 imputados en el caso de sobornos y corrupción relacionados con la compañía brasileña Odebrecht en espera de juicio). Hoy, el Sr. Papadimitriu nuevamente asesora la candidatura del declarado corrupto Martinelli para la elección del 2024.

En el diario "La Prensa" en Panamá apareció el pasado Martes 26 de Septiembre la noticia de que el Sr. Demetrio Papadimitriu, a través de un "tweet", confesó al mundo que por muchos años se dedicó a crear campañas sucias y a destruir familias alrededor del mundo". El texto completo de su espontánea declaración fue el siguiente:

"No es una buena idea llevar los ataques políticos al plano personal en campañas. Por muchos años me dediqué hacer (sic) campañas sucias y a destruir la vida de muchas familias alrededor del mundo. Y me arrepiento. Pero si me toca desempolvar esa bolsa de trucos, lo haré". Esta declaración, borrada por el poco después, fue explicada por el Sr. Papadimitriu como una reacción a "algo que vi y que no me gustó". El texto completo fue: "Borré el tweet anterior. Vi algo que no me gustó y reaccioné sin pensar. Yo creo en la libertad de expresión pero no me gusta cuando se meten con la familia de nadie".

Lo primero que me parece inusual es la pública admisión de haber estado conscientemente envuelto en la destrucción de "familias", y el jactarse de que el daño ha sido hecho  "alrededor del mundo". Consideremos el horror de semejante declaración. Cuando hablamos de familia, también hablamos de un hogar. La destrucción de una familia equivale a la destrucción de un hogar.

El sr. Papadimitriu, al confesar que se ha dedicado "por muchos años a destruir familias", está a la vez admitiendo que con sus actos lastimó a hogares en donde seguramente también se vieron afectados niños y niñas inocentes. 

En su siguiente "tweet" el Sr. Papadimitriu justifica su velada amenaza declarando, "no me gusta que se metan con la familia de nadie". ¿Pero acaso su oficio, el "destruir familias", no equivale a "meterse" con una familia ajena?

Lo segundo que me llama la atención de la noticia es la declaración del sr. Papadimitriu indicando que se arrepiente de lo malo que hizo pero que está dispuesto a hacerlo otra vez, "si le toca desempolvar" su "bolsa de trucos". Arrepentirse de algo implica el comprender, aceptar y lamentar el hecho cometido. Implícitamente, el arrepentimiento nos lleva, cuando es sincero, a nunca más repetir la acción que lamentamos haber realizado. Cuando alguien dice que se arrepiente pero que si lo joden otra vez volvería a hacer lo mismo, esa vaina no te la acepta como un acto de contrición válida ni el más bonachón de los curas durante una confesión de domingo en iglesia.

Lo tercero que me llama la atención del "tweet" es que según el sr. Papadimitriu, su reacción fue provocada porque vio algo que no fue de su gusto. Y cuando alguien amenaza con volver a sus andanzas, esto es, "destruir" gente, "porque vio algo que no le gustó", el asunto adquiere una dimensión aún más espeluznante. ¿Qué me pasará, por ser el escritor de estas líneas, si al sr. Papadimitriu no le gusta lo que aquí escribo? ¿Intentará destruirme, y a mi familia?

Esta es la situación en el corrupto Panamá actual: un abogado advierte a periodistas que si continúan metiéndose "en lo que no les interesa", o sea, reportando sobre corruptos y su corrupción, después no se quejen si aparecen asesinados, "como en México" y a su siniestra advertencia se suma ahora el "tweet" donde uno de los actuales asesores del declarado corrupto Ricardo Martinelli públicamente confiesa que ha formado parte de "campaña sucias y de la destrucción de familias alrededor del mundo", y que, aunque se arrepiente, lo volvería a hacer, "si le toca".

¿Qué significa lo de "si le toca"?  ¿Que si se lo ordena su jefe, o, si vuelve  a ver algo que "no le gusta", vuelve a destruir familias, hogares, gente y reputaciones?

No sé para quienes habrá trabajado antes el sr. Papadimitriu, en sus mundiales y confesadas "labores destructivas". Lo que sí parece probable es que su declaración pública lo convierte en el principal sospechoso por presentes o futuras campañas sucias en Panamá, para beneficiar a la gente que hoy lo emplea. Aunque haya borrado el "tweet", su escalofriante efecto no desaparece, porque él no es el único que ve cosas que no le gustan. No me gustó su "tweet", ni su confesada responsabilidad en la destrucción de familias y hogares, ni el efecto de ataques que también deben haber afectado a niños y niñas inocentes, consideraciones que estoy seguro son compartidas por personas dentro y fuera de Panamá. Aun así, dudo que el efecto de su insólita aceptación de irresponsabilidad lo perjudique, o elimine amistades. Aceptar la comisión de horrores no parece inquietar al que goza de protecciones ocultas que garantizan la impunidad de sus actos y que previenen consecuencias sociales por sus admisiones de culpabilidad. 

Espero que en mayo del 2024, los votantes encuentren ese remanente de vergüenza y de civismo que aún debe existir en Panamá, esa noble memoria que nos conduzca a finalmente aceptar la necesidad de expulsar a los mercaderes del Templo que es la Patria. De no hacerlo, nos espera un futuro tenebroso, controlado por la maldad, el irrespeto a la justicia y el desconocimiento al derecho de todos. El "tweet" del sr. Papadimitriu lo dijo todo. Hay que votar por "Vamos".

Rubén Blades

28 de Septiembre, 2023