Gabriel Méndez

Nuestro amigo de juventud, Gabriel Mendez, se acaba de mudar al "otro barrio".

Lo conocí a través de otros residentes de Bella Vista, cercana a la icónica estación de gasolina llamada "El Arbol", cuando visitaba a Claudio Fernández, Roberto Cedeño, Humberto Gonzalez, Tito Cowes, la familia Zubieta, entre otros que residían por el área.

Gabriel era uno de los pocos jóvenes que conocía con acceso a un automóvil familiar y cuando su padre Olmedo se lo prestaba, transportaba a los "de a pie", a dar vueltas por ahí  los fines de semana, o a Ricardo Bermúdez y a mi, a llevar serenatas a enamoradas y novias, o por el Día de las Madres.

Gabriel se inicio en las artes marciales en los días cuando era una excentricidad el hacerlo. Fue imaginativo en sus proyecciones, audaz en sus acciones y siempre impredecible.
Poseía una forma muy peculiar de hablar, siempre un dejo de ironía en su tono y las pausas en su cadencia se complementaban con una risa que, incluso a pesar de los años, recuerdo perfectamente. Era un Panamá distinto el que compartimos entonces. 
Mi mudanza por trabajo a Estados Unidos no quebró nuestra mutua consideración. A pesar de haber tomado rumbos distintos, los recuerdos de experiencias y amistades compartidas durante una edad donde nacen las que durarán para siempre, nos mantuvieron amigos. 

Lamento mucho su deceso y envío a su familia y seres queridos nuestro pésame.

¡Buen viaje Gabriel, y que Dios te proteja siempre!

Rubén Blades
4 de Septiembre, 2020