A Enrique Arosemena, de Radio Panamá

Otra vez me veo obligado a una aclaración, para responder al morbo y al bochinche típico que pasa como periodismo en nuestro medio:

1. Don Enrique Arosemena, un asociado de Radio Panamá, me escribió solicitando una entrevista, utilizando como gancho el que eso me presentaba una oportunidad para responder a una supuesta burlona declaración en mi contra (imagino ¿hecha en su programa?) por el ex presidente Balladares.

2. Respondí a Don Enrique de manera privada pero él, atendiendo a lo que considera es periodismo, decidió publicar mi respuesta de manera inconsulta y además editada, intercalando sus propias observaciones, e introduciendo sus interpretaciones al texto original.

Mi intención nunca fue la de hacer pública mi respuesta. Cuando deseo expresar públicamente mi opinión sobre un tema, recurro a mi página web y a mis redes sociales, sin necesidad de intervención de terceros, precisamente para evitar situaciones fuera de mi control. Imagino que Don Enrique, mortificado por no obtener la entrevista para abanicar controversias, decidió producir el efecto de todas maneras publicando lo que consideré era un intercambio privado.

Por esta razón generalmente declino solicitudes de entrevistas en Panamá: la mayoría de los "periodistas" lo que buscan es provocar escándalos mediáticos y llamar la atención a sí mismos.

Me corresponde ahora, a través de mi website y redes sociales, ampliar lo que expresé en mi conversación privada con Enrique Arosemena, de Radio Panamá.

1. Mi comentario calificando a Balladares como un "anciano, ex político", fue una broma; a mí también se me aplican ambos calificativos. Imagino que el comentario de Balladares sobre el que yo solo puedo correr y ganar en una elección en Brooklyn fue hecho en broma, aunque admito la posibilidad de que pueda ser una"proyección", término utilizado en psicología, para describir un mecanismo defensivo, donde una persona atribuye a otra el sentimiento que experimenta (¿quizás por sentirse desplazada e inútil?). Creo que el ex presidente Balladares quisiera volver a serlo, pero no puede, ni en Panamá ni en Brooklyn, aún con visa renovada, (otra broma, Don Enrique).

3. Don Enrique Arosemena, tal vez procurando polemizar, equivocadamente afirma que acusé a todos los ex presidentes en Panamá de recibir sobornos. Eso es falso. No me resulta posible afirmar tal cosa, porque no me consta, excepto por un caso, Ricardo Martinelli Berrocal, identificado recientemente por sus condenados hijos como el "familiar cercano, alto funcionario del gobierno", y como corrupto instigador y recipiente de los sobornos pagados por Odebrecht, por los cuales han sido condenados a penas de cárcel. Lo que escribí fue, textualmente: " ...mi salario honrado me permite enfrentar mis obligaciones, sin robarle a Panamá y a mi pueblo su futuro, como lo han hecho los ex presidentes corruptos que aceptaron sobornos, regalos , y etcéteras¨.

Nunca explique cuales "ex presidentes corruptos", ni especifique que me refería solo a los de Panamá. A mi entender, el ex presidente de cualquier país del mundo que haya aceptado sobornos es un corrupto, y un anti-patria; en consecuencia, la frase,  “... los expresidentes corruptos”... incluye a todos los que habiendo sido mandatarios le robaron a su pueblo, no importa dónde geográficamente se haya producido su corrupción, incluyendo a Panamá.

Vuelvo a comprobar el peligro que encierra la deferencia de responder de forma privada a solicitudes para “entrevistas periodísticas” que provengan de Panamá. El resultado nunca es positivo, y a los presentes hechos me remito. 

Por eso Don Enrique, seguiré "declinando con entusiasmo" invitaciones como la suya, como se lo indiqué al terminar mi respuesta privada a su petición, frase que tampoco incluyó en su editada versión de mi email.

Veremos cuánto espacio radial le dedicará Radio Panamá a una verdadera noticia: el señalamiento oficial de Ricardo Martinelli Berrocal, ex presidente de la República de Panamá y actualmente, puntero en las encuestas de intención de voto hacia el 2024, como el corrupto receptor de los sobornos de Odebrecht por los cuales sus dos hijos están ahora presos en los Estados Unidos. Las pruebas que en Panamá no sirven para condenar, en otra latitud funcionan; investigue eso, Don Enrique.

¡Caput Sanitatis!

A mis lectores y lectoras, gracias por su atención.

 

Rubén Blades
21 de mayo, 2022

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