Comentario final acerca del artículo del Sr. Ariel Montoya

Sr. Montoya: 

Leí su respuesta titulada, "Rubén Blades oculta sus propias verdades" (https://www.laprensani.com/2024/05/16/opinion/3319849-ruben-blades-oculta-sus-propias-verdades) que procedo a comentar.

1. Cuando escribo, la molestia que me causan la falacia, la mentira y la calumnia  me llevan en ocasiones a no expresarme con la claridad debida. Por eso corrijo y elimino los aspectos de mis artículos que puedan restar objetividad a lo que pretendo comunicar, criticar, denunciar.  Esos cambios, que no alteran el fondo de mi opinión, son entonces republicados en mi propia página web y mis propias redes sociales.

2. No calumnio ni tergiverso a nadie. Expongo las falsedades e inexactitudes publicadas por personas como usted y presento mi opinión sin recurrir a seudónimos, con la convicción de que los lectores se encargaran de evaluar lo que planteo para así llegar a sus propias conclusiones. Cada escritor producirá las consecuencias que su nivel de charlatanería, o de objetividad, amerite. Si usted no queda muy bien parado a la hora de ese análisis la responsabilidad es suya, no mía.

3. Yo no "acuso" a Martinelli de haber cometido "actos de corrupción". Los hechos hablan por sí solos. Usted plantea el asunto como si fuese mi palabra contra algo aun no probado, una mera "acusación" distinta a un hecho público, verificado, juzgado y condenado por las autoridades legales pertinentes: 

a. El gobierno de Estados Unidos a través del Secretario de Estado Blinken denunció públicamente a Ricardo Martinelli por corrupto. Note usted que no lo acusó, lo definió como tal. Lo probado no necesita más que eso.

b. Los dos hijos de Martinelli confesaron en una corte de Estados Unidos haber recibido coimas por millones de dólares y fueron juzgados, condenados, puestos en prisión y deportados de ese país, luego de admitir bajo juramento en su juicio que actuaron obedeciendo las instrucciones de su padre, Ricardo Martinelli, quien era presidente de Panamá en ese momento.

c. Votar en contra de la corrupción (v.gr. el caso del apoyo electoral recibido por los jóvenes independientes, candidatos a diputados) y a la vez a favor del candidato impuesto por un corrupto (Martinelli) sugiere una evidente contradicción. A eso denominé "esquizofrenia ciudadana".  

d. Ayudé a fundar un partido político independiente en Panamá, participé en las elecciones en 1994 y diez años más tarde, suspendí mis actividades artísticas para dedicar cinco años completos de mi vida a formar parte de un gobierno nacional, como empleado público. Estos son actos que han producido efectos y no un "simple pensamiento utópico". No me limito a escribir artículos de opinión, o a crear temas musicales, como “Pablo Pueblo”: he participado y participo de la acción político-administrativa con el ánimo de ayudar a mejorar las condiciones sociales de mi país y de mi pueblo.

Finalmente, Sr. Montoya: le reitero la pregunta que hice y que en su reacción a mi escrito no enfrentó ni respondió. ¿Aprueba usted que un político de la "derecha", como en su artículo original definió a J. R. Mulino, visite y consulte a un convicto por corrupción, prófugo de la justicia panameña, hoy asilado en la embajada de Nicaragua y protegido por un dictador cuyo gobierno usted define como comunista?. Un simple sí o un no, hubiera bastado.

Rubén Blades
Panamá
18 de Mayo, 2024

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