¿Puede la letra de la música popular ser considerada como literatura?
El premio de literatura otorgado a Bob Dylan ha provocado todo tipo de reacciones. Entre ellas, las quejas de un sector que considera que la letra de la música popular solo debe servir para entretener; que debe ser un vehículo exclusivo para el escape; que es vulgar y por lo tanto no puede ser considerada como de serio nivel intelectual. Me parece que esa perspectiva es sumamente elitista y por lo tanto, sesgada.
Precisamente, hace décadas conversábamos sobre ese tema Gabriel García Márquez, colombiano, Premio Nobel de Literatura 1982, y este servidor, Rubén Blades, panameño y músico.
El estaba completamente de acuerdo conque la música popular era capaz de producir letras y argumentos de alto contenido y nivel literario. Por eso fue que una vez escribió que lamentaba el no haber sido el escritor de "Pedro Navaja". Acompañando a la posible exageración está la indiscutible realidad de su respeto y consideración al argumento y a la forma en que presenta la narración del episodio.
De aquella conversación propuse varias cosas, para resolver el tema de una vez por todas:
1. Yo escribiría un cuento corto, original y lo editaría para que no excediera los 7 minutos;
2. Lo incluiría en uno de mis discos de "Salsa" pero sin anunciar que era, en efecto, un cuento corto;
3. Cantaría ese cuento corto de manera espontánea e instantánea,, sin arreglo musical previo y sin instrumentos.
4. Solo haría un solo intento en la grabación, para que fuese honesta y el resultado inmediato producto de mi sentimiento puro, (sin ensayo, ni repetición para cubrir errores).
Gabo, sonriente y con esa chispa de niño travieso en los ojos, solo me dijo: "Dale".
Y así lo hice. Escribí un cuento de unas catorce páginas originalmente. Para el experimento, las reduje a la descripción de una parte de la trama, ocupando dos hojas solamente y surgió un cuento corto cortísimo, que titule GDBD, ("Gente despertando bajo dictaduras").
Ahora, por favor, para efecto de la discusión, les ruego leer detenidamente el cuento.
Luego de la lectura, por favor, escuchen la versión "salsa" que hice de GDBD, incluida en el Álbum Buscando América, con Seis del Solar, sello Elektra.
Después de haber leído el cuento y escuchado su grabación, por favor, consulten con sus profesores de Literatura, Español, Academias de la Lengua y semejantes, y/o envíen emails al Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa preguntando si GDBD califica o no como un cuento corto.
Si la respuesta es afirmativa, entonces la música popular aporta, y puede contribuir al género de la literatura universal.
Evitemos la discusión desde perspectivas elitistas. Dylan merece el premio, por la calidad de su trabajo y por el haber continuamente sostenido esa calidad a través de experimentos y renovaciones.
Solo lamento que la perspectiva de la Academia Sueca no haya sido más amplia.
Autores como Chico Buarque, del Brasil, merece igualmente esa consideración. No solo es un excelente compositor, "Construcción", sino que además es dramaturgo y ha publicado novelas muy bien recibidas.
El argumento a favor del aporte del músico popular hubiese sido más completo de haber sido el premio compartido con Chico y se hubiese reconocido así la contribución literaria musical proveniente de una parte importante de la América no sajona.
Rubén Blades
13 Octubre, 2016
Despiertas, no has podido dormir muy bien
Te levantas, caminas y pisas uno de los charcos de orine
Que el nuevo perro ha dejado por toda la casa
Maldiciendo, entras al baño brincando en una sola pierna
Enciendes la luz y restriegas el pie sobre la cubierta
Que tu esposa le puso al excusado
Vas hasta la bañadera blanca, abres los dos grifos del agua
Y controlas la temperatura
Levantas la cosa esa que no sabes cómo se llama
Y que hace que el agua salga por la regadera
Te bañas, no cantas, sales de la tina
Te secas con una toalla que dice "disneylandia"
Te subes a una balanza que da siempre pesos diferentes
Pero aproximados
Cuando te estás afeitando, suena el despertador
Tu mujer abre los ojos, mira la hora
Lo apaga, se levanta, de su lado de la cama
Cada uno tiene su lado de la cama
Cada uno tiene su lado en todo
Tú la sientes saliendo del cuarto, rumbo a la cocina
El vecino de arriba prendió el tocadiscos
Terminas de afeitarte
Te limpias las cortaditas con papel higiénico
Que se te queda pegado a la piel
Te pones el desodorante, "24 horas de protección constante, "
Un poco de colonia para después de afeitarse
Te arde la cara, sales del baño
Pisas otra vez el orine del perro
Le mientas la madre, en voz alta
Tu esposa, desde la cocina, te pregunta qué te pasa
Tú le explicas a gritos por qué no quieres otro perro en la casa
Mientras te secas el pie con la toalla mojada que dice "disneylandia"
Ella se aparece y silenciosamente seca con un trapo el charco de orine
Vas al closet y sacas la ropa que te vas a poner miras el reloj
Hueles el café, te vistes, no encuentras la correa
Te haces la corbata dos veces porque la primera vez
La parte de atrás te quedó más larga que la parte de adelante
Vas a la cocina, tu esposa ya preparó tu desayuno
Le hablas otra vez del perro, ella, sin contestarte
Te recuerda que hay que pagar la cuenta de la luz
Y la matrícula de la escuela de los chiquillos
Cuelgas tu jacket del borde de la silla
Y te sientas en la mesa de la cocina.
Tu esposa enciende el radio
Están transmitiendo las noticias
Mientras escuchas, mojas el pan en el café
Como te enseñó tu papá cuando eras niño
Suena el teléfono, tu esposa lo contesta, es para ti, de la oficina
Hoy van a arrestar al tipo, va un carro a recogerte, que lo esperes abajo
Cuelgas el teléfono, vas a tu cuarto, abres la segunda gaveta del armario
Tu gaveta, sacas tu libreta y los lentes negros, vas a la cama
Levantas el colchón y sacas tu revólver
Vas a la cocina, tomas tu jacket y lo pones todo en el bolsillo de adentro
Tu esposa te observa, le das un beso al espacio, al lado de la mejilla
Que ella no devuelve, o sí? abres la puerta y bajas por la escalera de madera
Saltando los escalones de dos en dos
Llegas a la calle, ves al camión recogiendo la basura
Aún está oscuro, pero huele a mañana, varón